ANÉCDOTA
Un
día quedamos en el campo de mi abuelo Paquín para hacer una
barbacoa toda la familia. Mis prim@s y yo
estábamos aburridos y nos enseñaron unos walkie-talkies muy chulos.
Nos dijeron que nos pusiéramos fuera de la nave a jugar y se nos
ocurrió un juego: Había que esconderse y hablar por los
walkie-talkies. Como era de noche y el campo era muy grande, me metí
entre los árboles y llegué a una parte a la que no llegaba la luz
de los focos y sólo me alumbraba la luna. En ese momento empecé a
ver unas sombras corriendo y pensé que eran los árboles y entonces
me acerqué para comprobarlo y de nuevo las sombras y alguien me tiró
un limón en la cabeza. Entonces cogí el walkie-talkie del bolsillo
y le pregunté a todos que donde estaban y que dejaran de asustarme.
Entonces mi primo me dijo que estaba en la nave y que no estaba
haciendo nada. Mi
prima
dijo que estaba escuchando música pero que iba a buscar a los demás.
En ese momento se escuchó una voz de viejo pero de muy muy viejo y
me dijo :
-Vete
de mi tumba....- Entonces me creí que era un fantasma pero reaccioné
y me puse a buscar a mis primos. Total que me creía que me habían
mentido y me estaban metiendo miedo. Pero no, mi primo estaba
comiéndose su yogur y mis primas se habían puesto a jugar con el
ordenador. Entonces me fuí otra vez a mi escondite y empezamos a
jugar, y encendieron otro foco, entonces ya se veía y de nuevo la
sombra pasó. Pero lo vi mejor y me di cuenta de que era mi primo,
que me estaba gastando una broma y que me estaba espiando y poniendo
voz de viejo y cada vez que me iba para fuera del claro al que llegué
el se iba a la nave y disimulaba. Entonces lo cogí y le dije: - ¡Que
listo te crees!¿No?- Y los dos nos fuimos riéndonos hasta la nave.
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